Nuestra historia esta llena de personas que han pasado por ella dejando huella, ya sea por sus descubrimientos, inventos, su arte, su música, sus pensamientos, sus enseñanzas...hombres y mujeres.
Si he dicho mujeres - y como dicen los gallegos, que una parte de mi lo soy, "haberlas haylas"- a pesar de que durante años se les ha querido borrar y en los libros de texto casi no aparezcan.
Hoy tenemos la suerte que a través de los buscadores de Internet y en las redes sociales podemos recabar información de todas ellas, seguramente no tanta como si buscásemos de los hombres, pero si que para que nuestra generación y las venideras, ya las podamos tener como referencia.
Llegado a este punto, y como sabéis ya que parte de mi trabajo esta dedicado a la lucha contra la violencia de género, quise buscar una referente para todas aquellas mujeres que la están sufriendo y encontré muchas... muchas mujeres supervivientes que tras casi morir, tiroteadas, acuchilladas, golpeadas... a manos de sus parejas o exparejas, se armaron de coraje y dejaron de ser víctimas para convertirse en supervivientes. Sus historias plagadas de dolor, son desgarradoras, conmovedoras... pero dan esperanza de que si se puede salir de ese infierno.
Como no podría nombrarlas a todas, porque sin querer seguro que a alguna me podría olvidar, haré una breve referencia a la primera mujer que se conoce de la historia, que tras sufrir maltrato por parte de su marido y desafiando a su tiempo, decidió decir NO a la Violencia de Género e iniciar varios procesos judiciales para conseguir el divorcio, Francisca Pedraza
Francisca Pedraza fue una mujer de la España del siglo XVII que fue educada por las monjas en un convento de Alcalá de Henares tras haberse quedado huérfana. Como costumbre de aquella época, su educación, al igual que el resto de niñas, iba enfocada a casarse o a tomar los hábitos y eso no fue diferente para ella, que en el año 1912 dejaría el convento para casarse con quien sería su maltratador, Jerónimo de Jaras.
Por desgracia y al igual que hoy en día sigue sucediendo, Francisca aguanto muchas veces que la maltratase su marido, hasta que un día tras ser pateada por este y perder al hijo que llevaba en sus entrañas, armándose de valor, decidió demandar a su marido ante la justicia.
Tras dos demandas de Francisca, que concluyeron con simples amonestaciones a Jerónimo, y que la obligaban a seguir conviviendo con su maltratador, Francisca no decayó, siendo en 1624 en una tercera demanda ante la Audiencia Escolástica de la Universidad de Alcala de Henares, donde el jurista Álvaro de Ayala, dicto una resolución inédita para su tiempo, ordenando el divorcio y obligando a devolver a Francisco de Jaras la dote y la mitad de los bienes gananciales, así como impuso una orden de alejamiento que afectaba a su maltratador, como también a los parientes o personas que quisieran presionar a Francisca.
Para acabar, os dejo un enlace de la canción "El sexo débil" y un pequeño fragmento de su letra
"Mujeres intensas como estrellas fugaces, con sueños invencibles, que brillas en cualquier lugar, que nos enseñan a volar y vencer cada tempestad. Respiran luz y libertad Construyen caminos. No tienen miedo a caer pues saben sacudirse el polvo sin perder la fe..."
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